sábado, 28 de junio de 2008

Desincronización, "teoría de un simulacro"



Lugar de las rupturas u ocaso del los sentidos, la vida es un simulacro donde el hombre pierde su libertad desde el mismo nacimiento. La historia que retrata el film es un canto a la libertad, una esperanza a cambiar nuestro destino. Destino que nos desgarra cuando lo contemplamos como aporía instantánea y efímera similar a la búsqueda de la felicidad. 

El cortometraje desincronización "teoría de un simulacro", fue filmado el pasado mes de Abril, por la Productora Deliriustremens, actualmente participa en diversos festivales de México, muy pronto incluiremos el trailer del mismo en este blog.   

La trama inicia con una mujer que espera una entrevista de trabajo, aunque abruptamente llama su atención un cuadro que se encuentra en la recepción de la compañía, entonces es en ese momento que la mujer crea a un personaje desde el interior de sus pensamientos, el personaje creado es Sorel un artista silente que representa las últimas estrofas de “Esperando a Godot” de Samuel Beckett. Sorel cansado por los designios de la condición humana es llevado a crear a Nora, una equilibrista emocional que toma realidad desde los deseos del artista. Nora a su vez crea a Percival, un mago que retrata las inseguridades de los seres humanos ante la decadencia de nuestros sentidos envueltos en un mar de tecnologías e hiperrealidades. 

La teoría del simulacro es un caos total, una desincronización de los sentidos que se pierden por la cotidianidad de la vida, la rebeldía se sustenta en intentar crear a un alguien, una situación, una vida alternativa; jugando por algunos instantes a ser un demiurgo universal. Finalmente, nos preguntamos si esta historia la imagino alguien, en la cual dio vida a todos los personajes, sin embargo quién pensó la historia realmente, alguien existió o quizá nadie sabe si mueve las piezas o es movido por alguien más.

  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una teoría que es parte de nuestra vida, de la cual emergemos y en algún momento nos terminarán, quién, cuándo... eso nunca los sabremos; y mientras eso no pase seguiremos escribiendo y creando lineas.

Xenia Rueda